Noviembre dulce

Sinopsis:
El ejecutivo de publicidad Nelson Moss es un hombre absorto en sí mismo y emocionalmente aislado, que está centrado en su futuro, huyendo de su pasado y ajeno al presente. Hasta el día que conoce a Sara, una mujer encantadora e intrépida, cuya pasión por la vida trastoca la actitud segura y decidida de Nelson. Sara sabe realmente lo que quiere de la vida y cómo vivirla a tope, y considera fundamental compartir ese conocimiento con otras personas. Intrigados el uno por el otro, pero no lo bastante dispuestos a comprometerse, se deciden por un noviazgo bastante poco convencional: un mes de prueba, tras el cual seguirán caminos diferentes. Sin expectativas, sin presión, sin ataduras, lo que ninguno de los dos espera es enamorarse.

Crítica:
No me gusta nada, está llena de maldad y justificaciones ridículas que no son creíbles y que además lanzan mensajes equivocados a los espectadores más sugestionables. Keanu no pega en su papel, y es que alguien tan inexpresivo y frío como es él no es un ejemplo de persona que parezca haber aprendido a vivir la vida o enamorarse. El final es previsible y llega de forma apresurada como por obligación o por solución. Hay películas peores o más tontas, pero ésta por su contenido y falsa moralidad no va conmigo.

Nota:
Mala

1 comentarios:

Desirée Barrios dijo...

Jajaja que chungo eres. A mi me gustó, la he visto varias veces y me sigue pareciendo lo mismo... Un BAM tras otro para el pobre hombre

 
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